Ziropiteko | Cómo hacer un tirador de cerveza con una nevera de picnic

Es bien sabido que a los cerveceros (y a los cuñados) le gusta la cerveza fresquita, sobre todo cuando llega el verano y la agenda social se llena de eventos, reuniones y comilonas varias. También es un hecho notable que, con el tiempo, el jombrigüer pierde la motivación por lavar botellas y embotellar su cerveza, recurriendo a los cornis o barriles de inoxidable como alternativa fácil y molona al engorro de las botellas.

El corni tiene multitud de ventajas y es muy cómodo, pero cuenta con el pequeño inconveniente de que tiene sus complicaciones para beberlo frío si la reunión es a kilómetros de una nevera o arcón frigorífico enchufado a la red eléctrica. Por tanto, si lo que queremos es bebernos nuestra cerveza casera con los amigotes en mitad del campo, podemos recurrir a nuestro ingenio para enfriar la cerveza, como grandes barreños con hielo, o mil historias parecidas.

Sin embargo, el instrumento más idóneo para hacer esta función es el ziropiteko. Los americanos lo llaman “jockey box” (puedes buscar con google con ese nombre, encontrarás millones de manuales de cómo hacerlos, así como mil millones de versiones e ideas muy prácticas) y realmente consiste en una nevera de picnic a la que se le ha instalado un serpentín dentro, y un grifo de cerveza por fuera. Si llenamos la nevera de agua y de hielo, le instalamos también una entrada para la cerveza y adecuamos el serpentín a la entrada de cerveza y al grifo, tenemos un dispensador-enfriador de cerveza portátil muy versátil y cómodo.

El ziropiteko ya acabado
El ziropiteko en su máximo esplendor

En este post vamos a construir un ziropiteko en plan casero, explicado para gente torpe por otro muy torpe en bricolaje casero (dicho de otro modo: un torpe declarado se presta a ayudar a quien se cree torpe). Este post debe ser exclusivamente para torpes porque alguien habituado al bricolaje no necesita de un manual.

Además, dependiendo del tamaño de la nevera de picnic y cuántos grifos y serpentines instalemos, podemos pinchar más de un corni, acogiendo además del tuyo (o de los tuyos), otro corni de algún otro invitado o invitados jombrigüeres como tú. Es por eso que el ziropiteko (sólo 1 grifo) puede convertirse en un “bipiteko” o “dipiteko” si tiene 2 grifos, en un “tripiteko” si tiene 3, o en un «cuatripiteko» o «pentapiteko» si tiene cuatro o cinco, o en… ¡en fin!, creo que se entiende cómo progresa la denominación de los ziropitekos en relación al número de grifos y serpentines.

Los componentes necesarios para armar un ziropiteko, y que veremos en detalle a continuación, son:

  • La envolvente, que puede ser cualquier cosa debidamente adaptada, pero que encuentra en las neveritas de picnic el modelo ideal para su desarrollo.
  • Grifo o grifos, dependiendo de la dimensión del proyecto.
  • Serpentín de acero inoxidable (o serpentines).
  • Conexiones y tubos para el serpertín y grifos, además de un pasatabiques.

Consideraciones a la nevera de picnic

Yo no pude resistir la tentación de comprarme una nevera de picnic de baja gama (alias “¡fostias, qué barato!”) por EUR 9,90 en la sección de barbacoas de una gran superficie comercial. Animado, además, porque tenía un descuento de seis euros y algo, me salió por tres euros y poco. El caso es que cuando llegué a casa me decidí a desmotarla (pura inquietud) y encontré dentro unas láminas de poriespan bastante cutres que no auguraban nada bueno en lo que se refiere a aislar la neverita de temperatura.

En estos momentos, la recomendación es que es mejor invertir algunos euros más en una nevera un poco más fiable. Pero, por otro lado, sabiendo que la vamos a perforar, maltratar y usar como ziropiteko, quizás no es muy buena idea dejarse un dineral en una nevera extremadamente bien aislada. Aquí ya va a depender de cada uno y de su presupuesto.

Como yo ya la tenía comprada y no me apetecía dar más vueltas, opté por la solución intermedia: invertir unos pocos euros más en un bote de espuma de poliuretano y montarme un aislante casero reforzando el interior de la nevera.

La espuma de poliuretano, para un tipo torpe como yo, es como una bestia primigenia que necesita ser domada, y conviene hacer algunas observaciones a quienes no lo hayan usado nunca. Si eres un avezado bricomaniaco, ya conocerás todos los secretos de este ser malvado y puedes saltarte el párrafo (en realidad, si controlas de esto, te puedes saltar el post entero).

El caso es que el bote de espuma de poliuretano tiene una cánula de unos 10 centímetros con el que introducir la espuma en los recovecos más insospechados. Ocurre también que esa espuma se expande terriblemente, y como tal, desplaza el aire. Por tanto, hay que agujerear la nevera de picnic para poder introducir la cánula (habitualmente de diámetro 8), pero también hay que hacer otros agujeros para que el aire desplazado por la espuma en expansión pueda escapar con comodidad y que la nevera no se deforme, ya que pueden salir preciosas barrigas que afearán el resultado. La recomendación inicial pasa por hacer los agujeros en la parte de debajo de la neverita, coincidiendo con el círculo donde el plástico tiene unas hendiduras a la manera de pequeños topes para apoyarla en el suelo. Debería ser suficiente con estos cuatro agujeros, y así poder rellenar la nevera con la cánula. Sin embargo, si no te fías de que cuatro agujeros sean suficientes, prueba a hacer cuatro por arriba y cuatro por abajo.

Si no estás habituado a usar la espuma de poliuretano, probablemente lo hagas de manera tan chapucera que el bote quedará para el arrastre, y la cánula mucho más (tendrías que comprar un limpiador de espuma especial), por lo que mentalízate de que tu bote tendrá un solo uso. Así que ten todo a mano antes de empezar.

Un punto a tener en cuenta también es hacer agujeros en la tapa (dos agujeros opuestos deberían bastar), ya que las tapas de estas neveras, sobre todo si son tan cutres como la mía, suelen venir de una pieza y terriblemente huecas.

Así que llegados a este punto tenemos la neverita montada, pero con agujeros, y al lado la tapa de la neverita, también con agujeros. Procura tener papel de periódico o algo por el estilo cubriendo la superficie de trabajo, ya que nunca se sabe qué puede ocurrir. Ha llegado el momento de introducir la cánula del bote por los agujeros de la nevera cual cópula de mostrenco y de presionarla para dejar que la espuma se expanda dentro de la nevera y construya un aislante mucho más efectivo que el que había de poliexpán (obviamente, el poliexpán lo hemos sacado y le hemos destinado una utilidad mejor, como el contenedor correcto de reciclaje). Lo que ocurrirá es que no sabrás calcular cuándo parar y empezarán a salir churretes de espuma por todos los agujeros, lo que no presagia nada bueno. Lo principal es mantener la calma, no entrar en pánico y controlar la situación. Lo peor que puedes hacer el ponerte a limpiar esa espuma sobrante pegajosísima. Déjala a su aire, viva y libre. Relax. ¡Samanté!

Como tenemos todo cubierto de papel de periódico no tenemos que preocuparnos por manchar nada. La clave está en que cuando esa grotesca espuma que se retuerce con maldad se seque, podrás quitarla del plástico con facilidad, mientras que cuando está todavía fresca será muy difícil y costoso. Puedes quitar algo del sobrante con cuidado si te quedas más tranquilo, pero la prioridad aquí será preocuparte de que la espuma cubra todo el interior de la nevera de picnic y la tapa, a la vez que no se provoca ninguna deformación a causa de exceso de espuma o falta de salida de aire.

Así que, si cumples esos objetivos, puedes retirarte a tus aposentos mientras la espuma seca, para poder retirarla al día siguiente u horas después con facilidad.

El increíble monstruo del poliuretano rezumando por los orificios de salida
El increíble monstruo del poliuretano rezumando por los orificios de salida

El grifo

El grifo de cerveza no tiene mayor misterio, se puede adquirir en cualquier tienda que distribuya material de instalación cervecero. Sin embargo, vamos a enumerar las consideraciones necesarias para evitar cualquier tipo de problemática.

Grifo de calidad y con compensador
Grifo de calidad y con compensador
  • El grifo tiene que tener el accesorio de instalación para tabique. Esto consiste en un tubo con rosca que está adaptado para ponerlo ya no solo en nuestro ziropiteko, sino también en cualquier superficie que necesite ser traspasada para poner el grifo: neveras, torres de servicio de cerveza, las paredes de nuestros bares favoritos… Parece una obviedad, pero muchas veces compramos grifos para acoplarlos a un ball lock u otros accesorios y nos lo encontraremos cojos. En la foto puedes ver la parte de atrás del grifo (con arandelas negras y blancas, que es a la que me refiero).
  • El compensador. El compensador no es 100% necesario, pero es 200% recomendable. Esta función del grifo (en la foto lo puedes ver en forma de palanquita) va a regular el caudal de la cerveza y va a permitir ajustar el aporte de espuma de la cerveza. Teniendo en cuenta la problemática que tienen los jombrigüeres a la hora de ajustar la carbonatación de las cervezas y sobre todo, con la compensación de las líneas de servido, si el grifo tiene compensador, va a poder aportar soluciones para una mala compensación. Son un poco más caros que los que no tienen compensador, pero si se me permite el chiste, “compensa” invertir esos euros en un grifo que sí que lo tenga.
  • Evita grifos chungos. ¿Qué quiero decir realmente con esto? Pues que muchas veces vemos ofertas en internet de este tipo de grifos que vienen de países lejanos, que aparentemente parecen un chollo, ya que “dicen ser” de acero inoxidable, pero que luego nos dan gato por liebre. Para mostrar lo que intento explicar, tenéis una bonita foto de los accesorios de un grifo comprado a estos “países lejanos” en una página de ofertas de internet, que, tras algún uso, muestran su verdadera cara de baja calidad que justifica el precio bajo. Así que conviene, una vez más, invertir tu dinero en una empresa honesta (a ser posible, local) y evitar pagar dos veces la misma cosa, ya que cuando se te eche a perder el grifo barato, habrás aprendido la lección y lo comprarás en un sitio más fiable.
Grifo barato, problemas añadidos
Te lo venden como inoxidable, pero no lo es.

Serpentín

El serpentín es la pieza clave de nuestro proyecto. En realidad, será la pieza con mayor coste y por eso tenemos que elegirla con cuidado. Lo que tenemos que tener claro desde el primer momento es que tenemos que poner un serpentín de acero inoxidable. Olvídate del cobre, o de cualquier otro material. Incluso, si en algún momento has tenido la idea de hacerte un serpentín con tubo de plástico para ahorrarte un dineral, lamento decirte que la transmisión de temperatura del plástico no es la misma (ni por asomo) que la del acero inoxidable y no conseguirás enfriar la cerveza con eficacia.

Así que una vez que tengamos bien claro que necesitamos un serpentín de acero inoxidable, sólo hay que encontrar el que más se ajuste a nuestras necesidades. Estas van a venir, casi siempre, dadas por el espacio que tengamos en la nevera. Por eso hay que elegir bien ya que tenemos dos riesgos aquí: escogerlo demasiado pequeño y escogerlo demasiado grande.

Si lo escogemos demasiado pequeño… ¿qué puede ocurrir? Pues que, si el ritmo de servicio de la cerveza es muy grande, no va a circular el tiempo suficiente por la cama de frío y no saldrá fría. Si encima el vaso a llenar es una jarraKa demoniaKa de medio litro, el resultado será penoso. Eso puede pasar, sobre todo, nada más “arrancar” la fiesta, cuando de repente varios se vayan a servir su cerveza y a lo mejor, el único que se la va a beber fría, es el primero. Tras ciertos momentos de crisis, si el ritmo de beber decae y cada uno se sirve a su ritmo (y/o cantidades pequeñas), no notemos ningún problema. Sin embargo, estarás de acuerdo en que conviene aplicarse un serpentín más grande y no estar gestionando el tiempo de servicio para que la cerveza salga fría.

Si se compra demasiado grande, el problema no será el frío, será que has invertido dinero de más de forma innecesaria. Además, puedes tener pensado una futura ampliación del ziropiteko a dipiteko (de uno a dos grifos) y luego darte cuenta de que dos serpentines de esa medida, pues no caben en tu nevera. Así que, si este es el caso, tienes que estar pendiente de dimensionar correctamente la relación nevera / serpentín.

El serpentín "presentado" dentro de la nevera
El serpentín «presentado» dentro de la nevera

Nuevamente, recomendamos la adquisición de estos elementos en tiendas locales (o al menos, nacionales) y de fiabilidad demostrada. (Os pondría algún que otro enlace, pero sintiéndolo mucho, este blog no es lo suficientemente molón como para contar con enlaces patrocinados).

Conexiones y herramientas

Una vez que tengamos nuestro grifo, nuestro serpentín y nuestra neverita, las herramientas que vamos a necesitar serán una llave inglesa y una broca de corona para acoplarla a nuestro taladro. La llave inglesa nos servirá para ajustar el montaje de las piezas de conexión, y la broca de corona, para taladrar las pareces de la nevera de picnic.

Necesitaremos también una pieza extra, la cual podéis ver en la foto, que es un pasa tabiques de John Guest, que nos servirá para pinchar aquí la salida de producto del corni y hacer pasar la cerveza por el serpentín.

Las conexiones que tenemos que hacer son del grifo al serpentín, y del serpentín al pasa tabiques. La manera más cómoda y sencilla para hacer estas conexiones y hacerlas mediante tubo de plástico (mayormente, de medida de 3/8” salvo que tengas unas piezas muy raras) y unas abrazaderas como las de la foto. Es un método muy fiable, y está al alcance de cualquiera.

Abrazaderas de inoxidable para tubo

Montaje del ziropiteko

Si tenemos las piezas y las herramientas necesarias para montar el ziropiteko, ya sólo nos quedan dos cosas: el tiempo y las ganas.

El primer paso es hacer los agujeros a la nevera. Aquí la complicación real es situar los agujeros de tal manera que luego la conexión del serpentín sea cómoda. Hay que tener en cuenta, por tanto, la forma del serpentín y por donde tiene las salidas y entradas de cerveza. Como esto depende mucho del propio serpentín y de la nevera, es imposible poner unas indicaciones más precisas que este simple consejo. Lo importante es que el tubo de plástico que pongamos en el serpentín y la entrada y salida de cerveza no esté doblado o forzado. Si la hemos pifiado un poco con la instalación de estas piezas, lo podemos solucionar poniendo un tubo de plástico más largo que haga una curva cómoda para la cerveza. Cualquier doblez pronunciada en el grifo va a provocar espuma, así que evítalo a muerte. Presenta el serpentín a la nevera (¡Serpentín, aquí la Nevera! ¡Nevera, aquí el Serpentín!) y calcula donde crees que puede estar la entrada y la salida para acoplarlo todo convenientemente.

Para hacer el agujero propiamente dicho, necesitaremos la broca de corona y un taladro. En la foto podéis ver la broca de corona que yo he usado. Es una de 21 mm, que se ajusta muy bien a las dos piezas que hay instalar: el pasa tabiques del grifo y el pasa tabiques del John Guest. Si no tienes la herramienta, puedes intentar que algún conocido te la preste, ya que, si no la vas a dar un uso más allá de éste, comprársela te va a suponer una inversión extra un poco fútil. Si no tienes amigos, no te va a quedar otro remedio… quien sabe si algún día puedes conseguir alguno y luego prestársela tú para que dicho amigo pueda hacer su propio ziropiteko… 

El agujero para el pasa tabiques del grifo se queda un poco pequeño, pero se soluciona limando un poco los bordes del agujero hasta acomodarlo del todo. Para el John Guest viene al pelo.

Asegúrate de que las medidas de tus piezas están de acuerdo a tus herramientas. Estas medidas son las más universales, pero puedes haber comprado algún grifo con medida especial o un John Guest diferente al recomendado y llevarte la sorpresa.

En las fotos aquí abajo puedes ver la broca de corona, uno de los agujeros ya hecho (donde puedes apreciar el aislante de poliuretano) y el acople del grifo saliendo de la pared de la nevera.

Cuando ya tengas los agujeros hechos, lo suyo es limpiar todo de la virutilla de plástico, limpiar también la broca y guardarla y en general, dejar el espacio de trabajo de una manera digna para poder seguir con el proyecto.

Ahora te toca montar el grifo y el pasa tabiques John Guest y ajustarlos con la llave inglesa para estar seguro de que cuando pongas agua dentro de la nevera, no tengas fugas. Si el agujero ha sido bien hecho y las piezas son buenas, te bastará con apretarlo debidamente. Si notas fugas o ves que el acople no ha sido el ideal, tendrás que poner teflón a las roscas hasta que consigas un resultado idóneo. En la siguiente foto ya puedes ver las conexiones de entrada y de salida montadas en la nevera.

El grifo (salida de cerveza) y el pasa tabiques (entrada de cerveza) ya instalados

El último paso es poner los tubos de plástico al serpentín y conectarlos al grifo y al John Guest. El tubo más habitual para esto (siempre y que no tengas medidas extrañas) es el de 3/8”, y con unas abrazaderas de las que ya hemos hablado, conseguiremos una instalación del circuito fiable y duradera. Esto no tiene que entrañarte ninguna dificultad, y el resultado puede ser algo parecido a la foto, donde se puede ver el tubo ya montado.

Aquí podéis ver que yo he optado por recortarle “los cuernos” al serpentín para hacerle más cómoda la entrada al tubo. Recortar tubo al serpentín no es para nada recomendable, ya que hay que tener herramienta acorde para el trabajo, y luego asegurarse de que el acabado es correcto para que un corte deficiente no afecte a la circulación de la cerveza y que provoque espuma, así que evitad hacer esto salvo que estéis realmente seguros o que no tengáis más remedio.

El serpertín instalado con los tubos de plástico

Con esto, hemos acabado nuestra tarde de bricolaje y ya podemos poner dentro el hielo y el agua, pinchar nuestro corni con nuestra última IPA de moda y empezar a chimplar como si España no tuviera problemas políticos.

En un futuro le pondré otro serpetín en el lado libre, aunque realmente no descarto comprarme una neverita más grande para acomodar bien los dos serpentienes sin que estén «arrinconados»

Vista exterior del ziropiteko