Como un blog recién llegado a la fiesta nacional, y más orientado al mundo jombrigüer que al cervecero de nivel general, no quería intervenir en una iniciativa muy positiva que desarrollan otros amigos blogueros, consistente en exponer un tema de rabiosa actualidad (o no) y que cada uno venga a decir lo que le venga en gana. A esta curiosa actividad se le viene a llamar #LaRonda, y esta que nos toca es la vigésimo octava. Y la pregunta que nos ocupa es ¿Cómo pensáis vosotros que debe ser la relación entre bloguero y productor?
La respuesta es muy simple, puesto que el debate está mal planteado de base.
La única respuesta posible es que no es un debate válido, ni siquiera es una cuestión por la que merece la pena discutir diez minutos. Estaríamos equiparando dos elementos en la distancia que no tienen por qué tener una relación directa. Y de tenerla, ni tiene ni que estar reglada, ni sometida a una de las partes, ni pensada dos veces, ni ocho cuartos de lo primero.
El debate digno de discusión sería “¿Cómo debe ser la relación entre un gilipollas alfa y una persona?”, donde tenemos obligatoriamente que entender como “gilipollas alfa” tanto a un blogero con ínfulas como a un productor corto de miras, y como “persona”, tanto a un tipo que escribe lo que le salga del pairo en internet como a un productor de cerveza que lucha por hacerse un hueco en el mundo con honestidad y más o menos suerte.
Porque no habría debate entre la relación entre dos “personas” y para relaciones entre “gilipollas alfa” ya tenemos claros ejemplos como el Congreso de los Diputados. Aunque he de reconocer que daría para una película cómica una relación entre dos gilipollas alfa, uno bloguero y otro productor.
En cambio, la relación entre un “gilipollas alfa” y una “persona” es harto complicada, y ese es el debate bueno que deberíamos manejar todos, en cualquier hábito mundano, y dejar la cerveza a un lado de todo esto.
Pudiera ser (aunque me niego a creerlo) que en el imaginario de un bloguero avezado quepa la idea de convertirse en una especie de Anton Ego cervecero (para quienes no conozcan a Anton Ego, me refiero al crítico cetrino de la película Ratatouille), y que desde su pedestal (blog hiperfamoso con un montón de numeritos en el contador de followers) puede encumbrar o llevar a la bancarrota a un productor de cerveza gracias a sus valiosas críticas…
Quizás alguien se lo crea (cabe, incluso, que pueda ser verdad que se lo crea), y que basándose en ese mundo imaginario, puedan pensar que los productores le deban rendir pleitesía, agasajarle con tercios y tercios de cerveza gratuita, un ramito de violetas cada 9 de noviembre y contentarle continuamente para que (¡no sea que, no, por Dios!) escriba algo chungo en su blog hiperfamoso (pedestal) que pueda tumbar abajo su chiringuito.
Por otro lado, quizás haya algún aventurero descorazonado que trate de vender cerveza chunga y cuando se la tenga que echar a los cochinos (si le pasó a Hoegaarden, no veo por qué no le iba a pasar a nadie aquí), pueda echarle la culpa a un blog que ha escrito en internet “la cerveza ‘Aromaka de Bratavia Bock-Stout IPA 2000’ es como beber una destilación de meconio cabruno”. Es evidente que si la cerveza era mala, la culpa era suya, no del blog que anuncia un hecho consumado. En el lado contrario, si la cerveza es buena, no necesita blogs que la ensalcen, ya hablará por sí mismo el mercado y los consumidores.
Un blog que ataque a una cerveza (¿cuántas críticas malas, por ejemplo, puedes encontrar en la web hacia Heineken, Mahou o cualquiera de todas estas?) no tiene la menor importancia, y otro que pongan por las nubes un brebaje inmundo (¿cuántas críticas positivas, por ejemplo, tildan de “líquido divino” a la Heineken, Mahou o cualquiera de todas estas?) sigue sin condicionar nada.
En fin, podría seguir desarrollando la idea con muchos más matices, ya que tengo una impropia tendencia a ello, pero creo que con esta simple exposición queda bien aclarada mi posición al respecto del debate en cuestión, y no merece la pena seguir dándole paseos al cervatillo.
Por fín una opinión sensata en la 28° ronda!
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Chapó
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JAJAJA, CUANDO HE VISTO LO DE GILIPOLLAS ALFA CONFIESO QUE HE PENSADO «AQUÍ HAY HOSTIAS» JAJAJAJA. BUEN PUNTO DE VISTA MANUEL. UN SALUDO.
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Bueno… Yo sabía que no, porque no podía imaginarme a nadie abanderando a los gilipollas alfa defendiéndolos en público… 😀
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