Los estilos cerveceros: Intro

Si pusiera un enlace a cada blog donde se han discutido las posiciones acerca de la utilidad o futilidad de los estilos cerveceros, sería una lista bastante larga, así que me la ahorro, ya que casi la totalidad de los blogs dedicados a la subcultura cervecera pasan por esta misma estación tarde o temprano. Incluso en algunos de ellos, he dejado mi impronta sobre lo que pienso acerca de este tema. Así que, he retomado viejas notas de dichas discusiones en las que intervine y expongo mi parecer abiertamente.

Los argumentos al uso no se me han ocurrido a mí, sino que los leí en alguna guía de elaboración (no recuerdo cuál de todas ellas fue), que me perdone su autor. En cualquier caso, la ventaja del uso de los estilos cerveceros, cuya gestión más conocida viene por la BJCP, sería uno y trino, como la Santísima Trinidad, y viene en función del punto de vista.

UNA: A los fabricantes de cerveza les permite hablar de un producto concreto en un marco concreto sin explicaciones eternas. Es decir, hablarle de tú a tú a otro cervecero y decirle “estoy pensando en una Stout, pero que en lugar de negra oscura sea a rayas rojiblancas” en lugar de “estoy pensando en una cerveza opaca como el cielo de la noche, cremosa espuma, matices de café y maltas tostadas y una pizca de diacetilo rampante y con una densidad inicial X, pero que sea a rayas rojiblancas”.

Por lo tanto, la primera ventaja de conocer los estilos de la BCJP es facilitar la comunicación gremial.

DOS: Los diferentes vendedores y distribuidores de cerveza, en sus bares, restaurantes, pubs, etc, tienen la ventaja de poder anunciar en su carta de menú lo que ofrecen. No es lo mismo poner “HOY OFERTA EN PILSENER” que “hoy oferta en Mojón de Charnego y Chaleco de Santa Claus”, que confunde más que aclara. Los consumidores, por tanto, pueden ver qué hay de un vistazo rápido a una carta-menú ordenada con algún tipo de lógica posible. Sigue siendo un argumento de mejora de comunicación, pero con un matiz particular.

TRES: el último de la fila (y a la postre, el más importante), el consumidor, puede elegir, teniendo en cuenta las expectativas que le da la cerveza en función de su descripción. El consumidor puede decir “hoy tengo cuerpo de IPA”, y buscar una que se anuncie como IPA (que luego puede ser más o menos buena, o estar más o menos rica, como prefieras decir), en lugar de tratar de “adivinar” cuál entre todos los nombres exóticos va a encajar en lo que te apetece. Otro punto de vista para la misma cuestión.

La conclusión es que gracias a la clasificación por estilos, podemos tener expectativas sobre un brebaje. Por suerte o por desgracia, sólo se reduce a expectativas, el resto hay que dejarlo a mente abierta. Ron Pattinson lo tiene muy claro cuando trata de definir qué es un estilo de cerveza, y lo hace diciendo que un estilo de cerveza es un consenso entre el cervecero y el consumidor, un atajo para describir las características esenciales de una cerveza y su potencia alcohólica. Ni es absoluto, ni es inmutable, y como tal, vive en un flujo continuo de cambios y adaptaciones. Y yo estoy muy de acuerdo.

Evidentemente, como en todo, el extremismo es malo (hubo quien en un blog tildó a los estilos de la BJCP como “Ley Talmúdica”, rezumando ironía). Por un lado, alguien vendrá a decir que cierta cerveza etiquetada como tal estilo, en realidad no pertenece al mismo (si no a otro diferente o parecido), y por lo tanto se está cometiendo algún tipo de fraude. Sí, es muy cierto si lo miras con detenimiento. Por un lado está bien reconocer que llegado un punto, la cerveza puede decepcionarte si lo que esperabas no se enmarca en el resultado de la misma, una vez servida. Principalmente porque habíamos quedado en que la clasificación por estilos respondía a una cuestión de comunicación. Por otro lado, hay quien invita a que podríamos ser algo flexibles y entender que si la cerveza está rica, aunque etiquetada con otro estilo, es mejor no hacer mucho caso y pedir otra… Y hay gente que le toma la matrícula a la fábrica de esa cerveza para tener cuidado con el resto de su gama de cervezas, ya que si se han “equivocado” en un estilo, nada quita que se “equivoquen” en otro…

Pero sobre todo, nadie debería admitir los estilos como un corsé a la creatividad de cada cual y, las propias descripciones de la BJCP te sirven para maltratarlas y personalizarlas, y aun así, describir lo que ofreces o quieres. Nada te impide describir tu cerveza como una “Spanish Pilsener” (¿einh?), una “Sweet-Bitter English” (¿cómo?), una “Blonde Stout double IPA”, o una “Golden Stout” si con eso estás ofreciendo una idea (aunque sea orientativa) de que puedes llegar a encontrarte. El darwinismo cervecero te hará sobrevivir en la jungla o que tu cerveza se pudra en la botella (o barril).

Resumiendo, yo prefiero elegir entre una IPA, una Stout o una Pilsener (marcadores de estilo muy diferentes entre sí) que enfrentarme a una lista con los nombres de “Azofaifa Blues”, “Ojete de Temístocles» y “la Coliflor Ululante de Flandes”, o moverme entre la mandanga extendida de “rubias, tostadas y negras”, o las increíblemente originales y descriptivas “rojas” y “blancas”, como distinción para aumentar el cupo. Aburrido, en cualquier caso.

El origen de los estilos, la mayoría de las veces, están rodeados de leyenda, casi todas muy arraigadas pero que nada tienen que ver con la realidad histórica. Y es que la realidad histórica y la BJCP difieren tanto entre sí, que merece la pena hacer un repaso individual a los estilos más famosos y conocer los dos puntos de vista, por lo que en posteriores entradas discutiremos sobre la utilidad (y/o la verdadera existencia) de algún que otro estilo cervecero, y profundizaremos en muchos de ellos

7 comentarios en “Los estilos cerveceros: Intro

  1. QUIERO ROMPER UNA LANZA A FAVOR DEL MOJÓN DE CHARNEGO, QUE ESTA DABUTEN XDDDD.
    A MI LOS TÉRMINOS RUBIA, NEGRA, PUES BUENO, VALE, ACEPTAMOS BARCO COMO ANIMAL DE COMPAÑIA, PERO LO DE TOSTADAAAAAAAA! ME RECHINA CADA VEZ MAS. ADEMÁS, SIEMPRE TE LO DICEN LOS QUE EMPIEZAN A TOMAR CUATRO ARTESANAS O A DESCUBRIR EL PASILLO DE LAS BIRRAS DE ALCAMPO. CUALQUIER COSA QUE NO SEA AMARILLO PÁLIDO Y NEGRO COJÓN DE GRILLO, ES TOSTADO, A TOMAR POR SACO EL INVENTO JEJE.
    LOS ESTILOS VIENEN BIEN PARA TENER UNA REFERENCIA, LOS CERVECEROS SUELEN CEÑIRSE A ELLOS ¿ALGUNO SE LE VA LA OLLA? PUEDE, PERO SON LOS MENOS.
    UN SALUDÍN! ;D

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